TDAH: TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON/ SIN HIPERACTIVIDAD.
¿Algunas veces te preguntas por qué tu hijo no para, por qué no piensa las cosas, no es capaz de estarse quieto, se frustra, tiene enfados sin motivo o en clase los profesores te dicen que los tiene a todos revolucionados y no es capaz de estarse quieto? Puede que estés pensando que tu hijo tiene TDAH, pero veamos qué es.
El TDAH consiste en un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o desarrollo.
Con Inatención nos referimos a desviaciones en las tareas, falta de constancia, dificultad para mantener la atención y desorganización que no se debe a un desafío o falta de comprensión.
Con Hiperactividad nos referimos a una actividad motora excesiva cuando no es apropiada (el niño/a parece que lleva un motor puesto y no tiene pause), jugueteos, golpes o locuacidad excesivos.
La Impulsividad se refiere a acciones apresuradas que se producen en el momento, sin reflexión y crean gran riesgo de dañar al individuo tanto físico (cruzar sin mirar) como psíquico: frustración porque quieren algo ya, no pueden esperar, interrumpir a otros cuando hablan, toman decisiones sin meditar consecuencias, etc.
Se suele diagnosticar en la infancia y para que se produzca el diagnóstico lo síntomas deben aparecer en más de un entorno (casa, escuela, trabajo, etc.)
El TDAH también puede acompañar a otros trastornos y en la adolescencia puede presentar variaciones conductuales.